Mi carta a los reyes magos

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Queridos reyes magos:

Hace años que no os escribo, como tenía prisa por recibir los regalos le envié las cartas a el gordo capitalista Papa Noel. Pero creo que entendió mal mis peticiones y por eso ahora os escribo con fe renovada a vosotros ¡oh grandes reyes de oriente!

Lo primero es pedir para los demás, que sé que os gusta que nos preocupemos por el prójimo unos días aunque sea postureo y el resto del año nos resbale. Así que os pido para mi vecino, espero que le encontréis ahora sí una novia decente, una que entienda que los perros no pueden vivir en los apartamentos pequeños de las ciudades, especialmente si en el piso de abajo vivo yo. A Santa Claus le pedí que les regalara jabón y desodorante a un par de compañeros de trabajo, pero me entendió mal y nos regaló el cierre de la empresa, solucionó el problema del olor pero ahora tengo otro problema más gordo, a ver si podéis hacer algo al respecto.

Os pido también para todos mis amigos, familiares y conocidos, pero como son muchos directamente quiero algo que mejore las vidas de todos ellos a la vez. Pido para el año nuevo que los políticos hagan bien su trabajo, sin robar, sin quitar derechos, sin pensar en su bienestar y sí en el de la población, ya sé que es mucho pedir, pero con poco se haría feliz a mucha gente.

Con los años te das cuenta de que los objetos inmateriales como la salud, el amor, la estabilidad, la familia y la amistad son más importantes que los objetos. Pero ante vuestra necesidad imperiosa de traer paquetitos, me vienen en mente así de sopetón, sin pensarlo, a lo loco, que igual me podéis traer algo que mole como una Vespa GTS 125 ie supersport naranja competición, un Ipad air 32 gigas WI-FI más celullar en gris espacial, el vinilo edición especial 30 aniversario del Ritmo de Garaje de Loquillo, o la Nikon D5100 con objetivo AF-S DX 18-55mm VR f/3.5. Todo esto me ha venido a la cabeza así a bote pronto, pero vamos si queréis traerme como cada año un pijama que no usaré, una colonia que no oleré y un libro que cogerá polvo (NO me interesa leer a Boris Izaguirre), adelante, ya estoy acostumbrado.

Voy a ir ya acabando la carta, sé que a vuestra edad tendréis la vista cansada de tanto leer y una gran cantidad de trabajo acumulado. Así que para despedirme os pido sonrisas, no las mías sino de todos los que me cruzo en el día a día. Que la gente vuelva a sonreír, y que el mundo tenga motivos para ser optimista y feliz, estoy cansado de vivir en un mundo triste y el mejor regalo sería que lo alegrarais.

Muchas gracias por adelantado.

Atentamente Vicent Marco.

Pd. Si venís desde el sur cuidado con las cuchillas de valla metálica, cortan mucho y a Baltasar es fácil confundirlo con un inmigrante ilegal. Si tenéis que parar a comprar algo intentad aprovechar el día sin IVA, que ya lo tenemos al 21%. Y si veis que mucha gente no está en casa para recibir los regalos, no os asustéis, están en el extranjero buscándose la vida.

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