¿Tienes niños pequeños y no sabes qué hacer para pasar con ellos una mañana diferente? ¿Te aburren los parques de bolas? ¿Eres de los que prefieres que tu hijo juegue en la calle antes que a la consola? ¿Consideras que jugar y aprender no están reñidos? Si la respuesta a alguna de las preguntas es sí, entonces voy a intentar ayudarte con propuestas alternativas a los planes habituales de ocio con niños. Algunas son más originales que otras, pero todas son satisfactorias.
Teatro la Estrella
Un teatro de marionetas con más de 20 años de historia que hará las delicias de grandes y pequeños. Por unas cosas u otras he ido últimamente a ver alguna obra a este bonito teatro y me ha sorprendido enormemente la calidad de las obras que representan, y el cariño con el que tratan al público en su teatro familiar. Tienen dos salas, la pionera en el Cabañal, y una más pequeña en Extramurs, cerca de la Casa de la Caridad. Cada fin de semana programación diferente, y reservando online salen las entradas por unos 5€, más barato que el cine, más entretenido e interactivo, y por supuesto mucho más constructivo para los niños. Por cierto, los mayores también lo pasan muy bien. Además su ubicación invita a un paseo posterior por la playa en el caso de la Sala Cabanyal, más grande y con encanto, y por el río en la Sala Petxina, más céntrica y coqueta.
Mediant – Educación Artística
Lo que los niños aprenden fuera de la escuela se llama educación no formal y es tan importante o más que lo que les enseñan en el colegio. Sus entrenadores son educadores, sus familiares son educadores, y cualquier actividad que realizan les enseña. Por eso es importante de vez en cuando profesionales de la educación les ayuden a ser curiosos, inquietos y a preguntar. Mediant es una nueva empresa de educación artística que organiza talleres en (ojo al dato) galerías de arte contemporáneo. La galería pionera en estos talleres es la de más prestigio de Valencia, Luis Adelantado, y ahora están preparando nuevos talleres didácticos basados en la actual exposición de Miki Leal en esa galería. Otras como Mr Pink también se han sumado a la iniciativa. Una familiar mía vivió la experiencia y quedó encantada, los niños se enfrentan a las obras abstractas con una mirada limpia que les invita a entender mejor el arte contemporáneo que muchos adultos. Hay que estar atentos a su Facebook, donde van informando de las actividades previstas (aquí un artículo para entender mejor lo que hacen). También son habituales las actividades que organiza algunos fines de semana el Muvim (el IVAM y San Pio V están más verdes en didáctica). Mientras que el precioso Museo de l’Iber sería otro espacio fabuloso para realizar este tipo de talleres con sus miles de soldaditos de plomo, pero de momento no han apostado por ello.
Apadrina un Naranjo
Una iniciativa que me parece maravillosa y que han puesto en marcha Huertos del Turia. Desde 30 € al año puedes apadrinar un naranjo, y acudir a visitarlo tantas veces como quieras con tus hijos. Además organizan talleres para que los pequeños aprendan todo lo que necesitan saber sobre el cultivo de los naranjos. Y de premio, recoges en familia sus frutos en temporada (garantizan 30 kilos al año) y si no puedes lo hacen ellos por ti y te las envían a casa. Pero sin duda lo más interesante es pasar el día en el campo y que aprendan sobre agricultura ecológica ¡El zumo de naranja no viene del tetrabrick! Está muy cerca de Valencia, y también son pioneros en otras iniciativas como el alquiler de campos: por 25€ al mes puedes plantar lo que quieras, ellos te ayudan. Los niños de pueblo no tanto, pero los urbanitas agradecerán mucho el acercamiento a las raíces de la tierra.
Gulliver
Ya recomendé este rincón del río Turia como lugar digno de una visita, pero si hace buen día y se visita Valencia con niños, es casi visita obligatoria. Es recomendable que los niños lleven pantalón vaquero o similar, ya que tanto tobogán puede producir alguna rozadura. Los padres mejor que se lleven un libro, el periódico o una revista, porque cuando los niños se ponen a jugar, pueden pasar horas hasta que se cansan. Quienes somos lo suficientemente jóvenes como para haber ido al Gulliver de pequeños (medianos), le tenemos un cariño especial a este gigante que nos hace parecer liliputienses. Si quieres además redondear la actividad, puedes jugar con tus hijos al geocaching, una actividad que consiste en buscar tesoros que la gente esconde por la ciudad. Bajar la app y conocer donde hay escondido un tesoro es fácil, encontrarlo cuesta un poco más, pero es un gran reto en familia.
Picnic en el parque
¿Por qué no un Picnic? Preparar una cesta junto con los niños, que elijan ellos el yogur o la fruta que se van a comer y directos al parque a almorzar o merendar en familia. Es un plan romántico incluso para adultos, pero con niños cobra un significado especial. El precioso Parque de Cabecera es un lugar ideal para pasar una mañana o una tarde, que los niños corran, que vean animales salvajes (no me refiero a los perros) como ocas y patos, y que respiren naturaleza. Pero hay otros lugares como los jardines de Monforte o el propio río Turia que también son magníficos para hacer el picnic. Si la actividad se acompaña con paseo en bicicleta en familia, la experiencia ya es completa. Recordad llevar con vosotros la cámara (Polaroid si es posible que el resto nunca se imprime) e inmortalizar así un momento mágico en familia.
Música matinal
La Rambleta y la Sala Loco Club organizan matinales para niños muy recomedables, también en Espai Blanc hacen conciertos para bebés y danza en familia. Centrándonos en las salas de conciertos, normalmente son grupos de música tributo los que programan conciertos especiales para niños donde comentan las canciones, les invitan a participar y donde todo el mundo baila. Lo más habitual es que suene música de los Beatles, los Stones, The Who o similar, ya que la música Pop/Mod (pero de calidad) es la que más fácil llega a los niños. No es una actividad barata, pero si que es una manera estupenda de acercar a los niños a la música, de pasar una mañana bailando y de fomentar la buena cultura.
Albufera
¿La Ciudad de Valencia tiene un Lago? Estoy convencido de que si preguntamos por ahí (tanto en Valencia como en el resto de España) la respuestas nos sorprenderían. Pues claro que tiene un lago, y lleno de vida y color. Un plan ideal para una mañana cualquiera es acercarse al embarcadero de la Albufera o al Palmar, subirse a la barca, y perchar entre la rica vegetación de nuestro lago de agua dulce. El plan se puede rematar luego con una buena paella, un paseo en bici, una visita guiada o un paseo por la playa con una cometa en mano. Es una actividad didáctica, porque a poco que el barquero nos haga distinguir algún tipo de ave y de pescado, los niños ya están aprendiendo. Geografía, flora, historia, fauna, tradición y aventura: los niños aprenden y disfrutan sin darse cuenta.
Exposición del ninot
Acaban de montarla y durante un mes estará abierta al público. Si vuestro hijo es fallero seguramente quiera ver los ninots de su falla antes que nadie, así como los de las fallas de vuestro barrio. Pero si el niño no es fallero, es una ocasión para que entienda y disfrute más de la fiesta valenciana más internacional. Estaría bien que se organizaran talleres explicativos, pero tendrás que ser tú como padre el que le explique la crítica detrás de los ninots, quien le haga distinguir la diferencia de estilos, el que le ayude a conocer cuales son los ninots que luego verá en su calle o en su barrio, y en definitiva el que consiga que la visita sea entretenida. El niño verá muchos de los personajes de los dibujos en los ninots infantiles, y luego cuando lleguen fallas, podéis jugar a reconocerlos en vuestra visita a los monumentos falleros. Además el hecho de que tenga voto, poder de decisión, para decidir los ninots indultats es toda una responsabilidad para ellos.
Bioparc
Sé que muchos lo conocéis, pero no puedo evitar recomendar el Bioparc, especialmente si se visita con niños. Yo os recomiendo que durante un año os saquéis el pase Berde para poder visitar el zoo tantas veces como queráis. Con los lémures los niños (y los mayores) alucinan, pero no sólo con ellos, los leones, los elefantes, las jirafas, los gorilas, las hienas… es todo muy impresionante. La comida dentro es aceptable, pero la experiencia de tomarse una cerveza o refresco en el atardecer de la sabana es única. Es una inversión familiar que se amortiza a la segunda visita, y que a los niños les vuelve locos de alegría.
Eventos deportivos
Mucha gente tiene miedo de llevar a sus hijos al fútbol o al baloncesto, y es entendible si vives en Estambul, pero no en Valencia. Puede que oigan algún insulto, pero es seguro que vivirán una experiencia inolvidable. Todos recordamos la primera vez que fuimos a Mestalla, a Orriols o a la Fonteta como un día especial. Ese día no tiene que ser a los 18 años, puede perfectamente ser a los 5 o 6. El Baloncesto igual es más amable para los niños, pasan más cosas, hay mascotas, y se exclaman menos improperios. El fútbol puede ser más tedioso, especialmente si no hay goles, pero todo el ritual de el paseo hasta el estadio, la bufanda, las pipas, el refresco en el descanso, comentar después cada jugada… lo convierten en algo mágico. Yo también recomiendo llevar a los niños al trinquet, que vean una partida de pilota y que aprendan un poco de su deporte autóctono. También el balonmano o el fútbol sala con opciones válidas (el tenis no lo recomiendo porque se aburren mucho) pero con los deportes minoritarios se pierde el factor conglomeración, que tanto impresiona a los pequeños. Si no has llevado a tus hijos a un evento deportivo, no tardes, te lo agradecerá.
Añadiría una más: los juegos de escape en vivo (o escape room) que comienzan a ponerse de moda.
No todos están adaptados para niños, pero por barrer para casa diré que el nuestro si: Enigma Experience.
Pueden jugar con familia o ellos solos y el juego es muy divertido.
¡Un saludo y enhorabuena por el blog!