Todos aquellos que hemos tenido o tenemos la suerte de disfrutar de nuestros abuelos, hemos escuchado cientos de veces las mismas frases y la misma cantinela, especialmente de nuestras abuelas. Y aunque también existe la Abuela Moderna, esa que te dice «Disfruta tu que eres joven y vete a dar la vuelta al mundo» o «yo si tuviera tu edad tendría tres o cuatro novi@s para no aburrirme», lo normal es tener abuelas más conservadoras (old school grandmas). Hoy me dispongo a rescatar un elenco de los greatests hits de las abuelas; un compendio de las frases más manidas, repetidas, disparadas y taladradas por nuestras queridísimas abuelas.
–«Tápate, que te vas a resfriar», ya puedes ir disfrazado de Chewbacca en pleno mes de agosto que a tu abuela le parecerá que llevas poca ropa. «¿Seguro que no tienes frío?» o «¿No llevas chaqueta, o al menos una rebequita?» (están obsesionadas con las rebequitas) son las otras versiones del clásico: Abuela Friolera.
–«No vas muy corta/fresca». Esta frase se la dicen a las nietas, y puede ir acompañada de: «vistiendo así ningún chico te va a tomar en serio» o «no vas a encontrar nunca un@ novi@ decente». Es el conocido como: Abuela Recatada que también se opone a que te tatúes o te pongas piercings, y ni se te ocurra vestirte con cueros y transparencias delante de ella que le preguntará a escondidas a tu madre: «¿nuestra nena no será una pilingui?» y si eres hombre «¿nuestro Antoñito se droga?». Porque está claro que siempre serás Pepito, Antoñito o Marieta aunque le saques dos cabezas; y que los hombres no se prostituyen y las mujeres no se drogan.
–«No quieres un poquito más, no quieres un poco de queso/jamón/cochinillo al horno. Te preparo una tortilla de 12 huevos en un periquete, venga otra cucharadita» eso dicen mientras te están llenando el plato con la tercera ración de cocido. La abuela que siempre quiere que comas hasta el hartazgo es conocida como la Abuela Hansel y Gretel.
– Su obsesión con la nutrición también la sufre la Abuela Lorzas: «Que delgad@ estás, no comes nada, a saber lo que te dan de comer en el trabajo/universidad/comedor/restaurante ese de estrella michelín donde trabajas». Da igual donde comas y da igual que te pongas hasta las cejas de lentejas delante de ella, siempre le parecerá que estás más desnutrido que un somalí de los que salen el las fotos de UNICEF para que la gente envíe dinero.
-Pero la obsesión por la comida abundante o porque estés más rellenito no es nada comparada con la manía que tienen con el peinado. «Mira que pelos llevas nena, ¿has salido así a la calle? deberías ir a la peluquería». La versión masculina viene a ser «esa barba es de gorrinos, a ver si te afeitas». La Abuela Llongueras, otro habitual de los hogares españoles.
–«¿Dónde vas? con la que está cayendo ni se te ocurra salir de casa, ya me traerás el oxígeno mañana», es la Abuela Gremlin, si hace viento, llueve, o nieva, tu abuela considera que salir de casa no es una opción, aunque su vida dependa de ello. Ella sabe que 4 gotas convierten el paraíso en Mordor y no quiere que lo sufras, y como se te ocurra desobedecerla aparece la Abuela Agorera: «Te vas a mojar»; o si vas a coger la bici «te vas a caer»; o si no te pones la servilleta «te vas a manchar»… y lo malo es que sus superpoderes visionarios hacen que normalmente acierte en sus predicciones.
-«No llamas nunca a tu abuela, no sé nada de ti, a ver si recuerdas que tienes una abuela que te quiere desde que naciste y te cambiaba los pañales cagados cuando tus padres se iban de picos pardos». Ya puedes visitar a tu abuela con una frecuencia 150 veces superior a la de tu primo, ese que la visita cada dos años (cuando la Navidad toca con tu lado de la familia) que una llamada de ese primo se recuerda durante meses, mientras que tus visitas semanales pasan desapercibidas. Es el legendario denominado Abuela Chantajista Emocional.
–«Yo a tu edad ya… tenía dos hijos/llevaba 5 años trabajando/sabía cocinar canelones sin mirar la receta». Es conocido como el Abuela Remember y suele venir acompañado de «En el baile del pueblo tenía cola para bailar un pasodoble conmigo, pero tu abuelo…» y la historia puede seguir varias horas.
-Las abuelas también tienen su lado presumido, lo demuestran con frases como: «No me hagas una foto que estoy muy fea», «Con lo guapa y fina que yo era, y ahora mira en lo que me he quedado» o «¿Se nota que he ido a la peluquería?» es la Abuela Coqueta.
-«Pues la vecina ya conoce a la novia de su nieto, a ver cuando me traes la novia a casa» o la versión más casamentera (extended play): «Conoces a la hija de la Toñi la del supermercado de Ramón, que es nieta de la Antonia y su padre es el Anselm, ese que hace casas, pues es monísima y ha vuelto esta semana de Londres, deberías tomar algo con ella que me han dicho que no tiene novio». Algunas además lo dicen delante de tu actual pareja, y suelen añadir algo así como: «A mi me gustaba más tu novi@ de antes, era mejor partido, sus padres viven en un chalet». Es la Abuela Celestina.
La contestación a todas esas frases por tu parte es un ¡¡¡AAABBBUUUEEELLLAAA!!! (con cara de póquer incluida) y ella responde: «¡Ay, no he dicho nada, esta cabeza mía!» o mejor aún «Total para el caso que me hacéis», es la Abuela Indignada.
Si se os ocurre alguna versión más de frases de nuestras amadas, veneradas, y entrañables abuelas, no dudéis en comentar. Espero humildemente haber contribuido a que hayáis recordado algún momento vivido junto a vuestros abuelos, ya que siempre son, almenos para mi, momentos especiales de nuestras vidas. Porque todas esas frases, nos las dicen porque nos quieren, y sabemos que algún día acabaremos diciendo muchas de estas frases a nuestros nietos.
…seguro qué no quieres un poco más? …. pues te lo llevas a casa !!!
ayy!!! qué suerte tener abuelas ! y que muchas opten por ir a talleres de cerámica, o de biodanza, colaborar con plataformas sociales …. viajar, navegar…..
todo, sin dejar de estar siempre para emergencias
Las abuelas son como la salud, nos damos cuenta de su importancia cuando ya no la tenemos.
No puedo dejar de comentar tus entradas! Llevo media hora leyendo tu blog sin parar! :O
Cuando le contaba algo fuerte a mi iaia, rollo, me pagan 25€ por artículo que escribo o similares ella siiiiiiempre me respondía con lo mismo «xiqueta, açò és el acabose».
Otra buena es, cuando pasábamos por algún sitio, fuera el que fuera, siempre decía «tot açò eren camps». Esta se repite con todos los abuelitos que conozco. 😉
Los recuerdos de mi abuela en mi infancia con 5 años son los siguientes.
Cuando cabreaba a mi abuela, esta me decia:
– Eres un baselisco, pichor que barrabas, dimoni.
– Collons, mos fotra el ventet que ve de cara.
– Te bach a fotre una nyespla que voras.
– Me traus de les casilles.
– Que fotedoret i cascandet que estas fill, collons.
– Me cage en la mare que ta parit.
– Juga juga i voras (cuando yo le hacia la puñeta, como amenazandome de soltarme una «nyespla»).
En las comidas:
– Mangrana, vi i sucre.
– En el agua me echaba un poco de vino y me decia «tin che, tin, prenteu que aço fa sang», y lo hacia a escondidas de mi madre, sino mi madre le reñia. Jajajaja.
– Para almorzar, pa oli i sal, que por cierto estaba buenisimo y muy sano.
– Un bocata con un platano o con un buen taco de membrillo.
Aveces cuando le pruntaba yo, ¿on esta la mama?, y si no queria que yo lo supiera o ella no lo sabia, me decia «gambant loros a l’escollera».
y si las abuelas no tienen a tiro nietos, abrigan, alimentan y cuidan al perico amorosamente.