Es el grafitero más famoso del mundo, sus creaciones son copiadas por artistas de todo el planeta y cuando aparece un Banksy en alguna ciudad, miles de curiosos y turistas se acercan para visitar la obra del artista urbano sin rostro. Su arte urbano llegó hasta Palestina recientemente posando las miradas de muchos amantes del arte en Gaza, y el conflicto palestino-israelí. Pues bien, en Valencia no tenemos un Banksy, porque no podemos. Durante años grafiti que se pintaba, grafiti que se tapaba. Ahora hay mucha más permisividad, pero aún así se cometen tropelías innombrables como la sufrida por una intervención del Inside Out Project. 

Quizás no sepáis qué es el Inside Out Project, pero es un proyecto participativo a nivel mundial que a través de retratos en blanco y negro transforma mensajes de identidad personal en obras de arte. Su creador, mentor, padrino, inventor… se hace llamar JR y tiene ni más ni menos que el premio TED (que también lo tienen Bono o Bill Clinton) y es una institución mundial dentro del arte urbano o callejero. Aquí un vídeo de una actuación suya en Nueva York.

Pues el Inside Out llegó a Valencia, concretamente al Cabañal, para recalcar el estado de abandono de este precioso barrio marítimo, único en el mundo. Para ser más exactos se ubicó en una pared aledaña al histórico edificio de la Casa dels Bous, cuyos propietarios, la Marina Auxiliante, habían firmado su permiso. Y llegó al Cabañal, como había llegado a otras zonas deprimidas como las favelas de Río, o a muchas zonas conflictivas en las ciudades más pobladas de África; pero también a lugares de conflicto como Ciudad Juárez, o simplemente a embellecer barrios en Ámsterdam o Lyon, y criticar de paso alguna injusticia cometida allí donde se creen más justos.

A Valencia llegó este importante proyecto, y duró 32 horas, el tiempo que tardaron los operarios municipales en borrar el rastro de una iniciativa cultural mundial. Ni dos días para ser partícipes de un movimiento global que trata de poner rostro a los problemas puntuales de barrios, pueblos o ciudades. Dicen que Rita Barberá iba a visitar el barrio en plena campaña electoral y no quería salir en la foto junto a estos rostros, y de ahí la orden de destrucción a los operarios municipales. Seguramente a la alcaldesa le interesa más hacerse fotos con Alfonso Rus, los ladrones de Emarsa, o los de la Gurtel, que con una obra de arte de primer nivel.

Así que en Valencia no tenemos un Banksy ni podríamos, tampoco un Inside Out, y difícilmente tengamos alguna vez un barrio marítimo rehabilitado. Porque si en vez de hacer circuitos fantasma de F1, Ágoras de 100 millones con goteras, maquetas de 15 millones, puentes de 60 millones de euros (el Assut d’Or) y de intentar destruir nuestro patrimonio cultural: se intentara rehabilitar y poner en valor nuestra herencia, otra Valencia seria posible. Que la Iglesia de los Santos Juanes tenga esos bajos abandonados frente a la lonja, que el Museo de Bellas Artes (segunda pinacoteca de España) no aparezca en los folletos de cruceristas y esté sin presupuesto y con humedades, que decenas de edificios históricos como el Casino Americano (municipal), o la fachada barroca de la catedral estén cayéndose o se hayan ya caído trozos: son cosas que no son tolerables. 

Y aplaudimos que los mercados municipales se hayan rehabilitado, los que lo han hecho, pero queda mucho por hacer como para ponerse a tirar el dinero comilonas, hoteles de 5 estrellas, chófer privado y bolsos de lujo. Y sobretodo lo que no hace falta es destruir obras como la del Inside Out project, que yo mismo iba a visitar y los caprichos del político de turno me lo ha impedido. Porque la política está para servir a los intereses de los más, no a los de los menos, y mucho menos a los de una sola persona, y eso aquí, se ve que se ha olvidado. Esperemos que el barrio donde estaba ubicado, no corra su misma suerte y sucumba a las ansias de destrucción en pos de una modernidad entendida a base de billetes bajo el colchón.

(Las fotos del Inside Out Proyect mostradas son de Valencia, Lyon y las favelas de Río)