Jóvenes (y no tan jóvenes) insensatos, que os acercáis en masa como los perretes del parque hacia una perrita en celo a los festivales de verano. Vosotros que sois el futuro de nuestras pensiones tenéis que empezar a ahorrar para cuando llegue el peak oil, un asteroide, una invasión zombie o lo que sea que haya de llegar. Y por ahorrar no me refiero a dejar de ir a los festivales de música de verano, eso mueve la economía local, aumenta la tasa de natalidad y tal, no. A lo que me refiero es a que os gastéis menos dinero en el Festival. Ya sabéis que es complicado economizar cuando en el FIB los botellines de agua cuestan 3€, sí, has oído bien, 3 eurazos. 500 pesetas, 5808 liras italianas, 1022 dracmas… Así que ante tal perversión del precio de mercado os regalo estos útiles consejos para introducir bebida en un concierto. Porque como dice Alex James, bajista de Blur: «Cuando te casas se acaba el Rock & Roll«, y como soy muy de compartir y me he pasado a al cerveza sin, este es mi particular legado a las generaciones venideras.
ATENCIÓN: No utilicéis estos consejos para cambiar el agua de las petacas por alguna gorrinada moderna como Jagermeister, vodka rojo o cualquiera de esas otras sustancias que os conducen a comportaros como un niño con sobredosis de azúcar. El alcohol es malo, muy malo, os quema las neuronas, os provoca más sed, os lleva a cometer locuras irresponsables junto con ingleses color jamón de york, de esos que saltan a las piscinas desde balcones y se derraman vodka por los ojos. Así que estas técnicas que he recopilado a modo informativo periodístico, son para que evitéis pagar el agua a precio de sangre de unicornio, y a lo sumo para que que bebáis algún zumo, una horchatita o incluso un colacao, que va bien para los huesos. Y también porqué no decirlo, para experimentar el subidón de haber «burlado» la seguridad del lugar, que es lo que más mola del asunto.
Dicho esto: entrar «agua» a un concierto es complicado, pero no imposible. Aquí van mis consejos basados en la práctica y la plática (conversación):
Modo amateur (sólo para conciertos con seguridad muy laxa)
–Mini botellas entre las carnes. Compra botellines pequeños de esos de minibar (vacíalos y rellénalos con agua) y póntelos dentro de los calcetines, disimulados con el pantalón largo. La opción más segura es esconder esos botellines (pueden ser envases de jabón pequeños) entre los gayumbos o el sujetador. Importante: si llevas el tanga de las noches especiales además de no poder esconder la bebida entre tus muslos, llegará un punto en el que los urinarios móviles del festival te recordarán que «sentirte» sexy justo ese día no era la mejor opción.
–Petaca bajo la gorra. Otra opción para principiantes es llenar una petaca con H2O, y colocarla debajo del sombrero ese de paja que te han regalado los de Amstel en las últimas fallas. Pero atención, es mejor adherirlo con cinta americana al sombrero porque en algunos porteros pueden estar tentados de mirarte la cabellera antes de entrar.
–La funda de la cámara. Llevas la cámara con su funda enganchada en la típica cinta tipo «acreditaciones» al cuello. Pero la cámara la llevas al aire y dentro de la funda has introducido una petaca llena de agua bendita. Lo malo de este truquito es que igual estás saltando cual rana en un estanque en medio de un concierto de Green Day en el BBK Live 2013, te despistas, y tu cámara corre el riesgo de perderse entre la multitud (conozco a un amigo al que le pasó…).
Modo profesional
-El tampón de ensayo. Este método está pensado para mujeres. Consiste en recuperar el envoltorio de varios tampones e introducir tubos de ensayo con tapón en el interior de dicho envoltorio (importante abrirlo con cuidado). El tubito cuesta nos 15 céntimos y da solamente para un chupito corto, pero difícilmente alguien sospechará de la presencia de 5 o 6 «tampones» en tu bolso, y es una manera poco arriesgada de introducir un poco de líquido en el festival.
-Lanzamiento NFL. En este caso se requiere de un conocimiento avanzado del recinto. Hay que estudiar la zona, observar donde escasea la seguridad, y desde el otro lado de la valla, tener un compinche que nos lance las botellas de agua. Consejo, mejor que lanzador y receptor tengan experiencia deportiva previa y que la zona elegida para realizar los pases esté libre de cabezas susceptibles de abrirse.
–El truco de la chaqueta. Este truquito que yo tanto he usado me han contado que funciona muy bien. Se trata de coger el botellín de agua o la petaca en la mano, y con la misma mano y a la vez asir el cuello de la chaqueta, de modo que la chaqueta cuelgue y puedan toquetearla, pero sin riesgo de que encuentren la botellita detrás de tu mano y cubierta por la chaqueta. Es útil para entrar alguna petaca, pero no os la juguéis con botellas de litro y medio de Bezoya.
Modo Dios
–La corbata y el pañuelo cantimplora. Existen en el mercado corbatas y pañuelos cantimplora, algún visionario las ha inventado. Tienen capacidad para 8oz (236 ml) y son una herramienta fabulosa para aquellos que no quieren quedarse deshidratados durante cualquier celebración. La parte negativa es el precio de la inversión y el hecho de tener que llevar una corbata o un pañuelo que «rompa» ese outfit que llevas todo el año planeando. Lo bueno es que una vez pasado el festival te sirve para amenizar tu tedioso día a día.
–El tesoro pirata. Esto es verídico. Existe un genio que acude al recinto del festival los días previos al montaje de los escenarios, cava un hoyo, mete botellas de «agua», y las recupera en pleno festival para alegría de sus amigos. Peligro: que monten el baño portátil sobre tu hoyo, o que te tengas que poner a cavar con tus propias manos cual pirata en una isla desierta porque no recuerdes el lugar exacto donde enterraste tu preciado tesoro.
-La Polaroid. Las cámaras Polaroid antiguas son muy grandes, unos armatostes, y dentro tienen mucho espacio… Este sencillo truco consiste en rellenar ese espacio con un globo lleno de agua. Nadie va a cuestionar que eres un amante de las fotos instantáneas… Lo malo es que has de cargar con la cámara durante todo el concierto, lo bueno es que ya puestos te compras un carrete e inmortalizas el momento una vez consumido el globo.
Errores de principiante
-Jamás te pongas la petaca de agua en la espalda (rabadilla), es el primer lugar donde te toca el «segurata».
-Si eres tía y has usado tu sujetador de contenedor de botellines, busca al seguridad chico; y si eres chico y llevas el agua en los gayumbos, busca el control de la chica. Lo más normal es que eviten toquetearte las partes nobles, para evitar denuncias y tal.
-Por mucho que creas que la mochila tiene tantos compartimentos que no los van a explorar todos, no te confíes, tu mochila es un lugar muy poco apropiado para cargar con agua, casi tanto como tus bolsillos.
Si los festivales son como el Iboga (precios populares) no te plantees entrar ni horchata, estos festivales se subvencionan en gran medida gracias a las barras. Y recuerda que si vas a un festival es ante todo para escuchar música, eso que hace la gente en el SOS o el Arenal de pagar 40 € por una entrada para hacer botellón en la puerta, es como hinchar condones teniendo globos, un desperdicio absurdo.Si te pasas te lo pierdes, en serio.