Todos conocéis cuales son los 7 pecados capitales porque habéis visto a Brad Pitt iracundo en Seven. Reconócelo, has de pensar en la película para acordarte de los 7 que son. Te los recuerdo por si acaso porque si intentas decirlos de carrerilla seguro que se te olvida alguno: Lujuria, Gula, Ira, Soberbia, Avaricia, Envidia y Pereza. Pues los valencianos no nos escapamos de tener un poco de cada uno de ellos, eso sí, de algunos más que de otros. Para poder mejorar y progresar lo mejor es conocerse a uno mismo, y tras unas cuantas conversaciones entre cacaos y olivas (almorzando, vamos) he llegado a la conclusión de que estos son los pecados capitales más comunes entre los pecaminosos valencianos.
ENVIDIA
El número uno es para la envidia, «la envidia nos corroe». Se ve que abundan mucho los celos en nuestra tierra, casi tanto como las naranjas. Que tienes un buen trabajo: no te preocupes seguro que algunos conocidos desearían que tu trabajo fuera peor, que ganaras menos pasta y que te puteara tu jefe. Que estás enamorado: no te preocupes que el primer agorero de turno te dirá eso de «qué bien se os ve, lástima que el enamoramiento dure tan poco«… Envidia pura. Y si algún valenciano triunfa, como Calatrava, Cavadas, Arturo Valls, o David Ferrer… siempre valoraremos más lo que haga cualquier otro de fuera. Envidiamos tanto que obviamos la cantidad de cosas envidiables que tenemos nosotros a nuestro alcance.
GULA
Eso de fartar se nos da de maravilla, aunque aquí no tengamos «la gula del norte«. Cada evento que celebramos va acompañado de toneladas de comida y bebida. Somos (esto es así) los que más bebemos de España, e incluso teníamos en la extinta RTVV un programa que se llamaba Gormandía, donde la gente se iba de «fartera» por costumbre… muy delgados no solían estar los protagonistas. Somos de buen comer, de hecho cuando apostamos, siempre es una paella, y tenemos incluso patentado el concepto del resopó ¡será eso grande!
SOBERBIA
«Jo i una granera te guanyem«, una frase habitual jugando a truc que demuestra que en realidad somos bastante «sobraos«. Que si mi pueblo es el mejor, que si coche es el más tuneado, que si yo tengo más músculos, que si Kempes era mejor que Messi y Cristiano juntos (algo totalmente cierto). Aquí lo hacemos todo a lo grande, fallas enormes (la mía es más grande que la tuya), óperas grandiosas, estudios de cine como los de Hollywood… «Això ho pague jo» como concepto de que tenemos mucho orgullo.
IRA
Que chillamos mucho es algo obvio, pero hay algunos temas que nos ponen iracundos. Podemos discutir sobre paellas durante horas; sobre el valenciano y el catalán durante semanas; sobre las fallas durante meses; somos de discutir fácil, y eso nos lleva a levantar la voz más de una vez. Si quieres cabrear a un valenciano basta con decirle que la paella de su madre es incomestible, que el pueblo de al lado del suyo es mucho mejor o que van a acabar siendo una provincia de Cataluña. Pruébalo, no falla.
LUJURIA
Valencia solía ser el burdel de Europa en el medievo, basta con hacer alguna visita guiada a la Lonja para observar las referencias sexuales que allí se encuentran. La verdad es que jamás pensé que fuéramos especialmente lujuriosos, pero se ve que el «caloret» afecta a las neuronas y provoca que haya varias casas de swingers (intercambio de parejas) y Valencia y Alicante sean de las ciudades con mayor índice de infidelidad de España, y en España somos (dicen los portales de infidelidades) los más infieles de Europa.
CODICIA
La avaricia rompió el saco, y aquí hay gente que acumula cientos de millones en el banco. En cada pueblo hay un par que luchan por ser «el más rico del cementerio«. Pero como de normal a los orgullosos ricos valencianos les gusta presumir de dinero, ni siquiera ellos son de acumular por acumular, y gastan para «fardar«. Sí que hemos tenido algunos corruptos avariciosos que «eran yonkis del dinero» como reconocía Marcos Benavent, pero en general somos más de ayudar a enriquecerse al «amigacho» que de enriquecernos nosotros mismos.
PEREZA
Ves de esto no tenemos mucho. La Ford antes de ubicar su fábrica en Almussafes (la más productiva de Europa) hizo un estudio y determinó que en las zonas de cultivo de regadío hay una mayor ética de trabajo, y se adaptaba la gente mejor a todos los horarios laborales. Hay mucho vago, pero hay muchísima más gente que se levanta en el Levante a «levantar» el país cualquier día de la semana. Mi abuelo decía que la pereza era la mayor de las enfermedades, afortunadamente aquí no solemos pecar mucho por perezosos.Espero que vosotros pecadores demostréis que gozáis de la virtud de la generosidad y compartáis este humilde artículo, que no engorda, no cabrea y no da dinero… siempre que vuestra lucha contra la pereza os haya permitido leerlo entero.
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Todos los españoles pecamos de lo mismo. Unos mas y otros menos, pero lo que no nos quita nadie son las ganas de pasarlo bien. Este climita mediterraneo impulsa al mas deprimido a olvidarse de las penas con una rapidez inaudita.
Comerse una paella, cremar una falla, bailarse un chotis o trincarse un cocido, un pulpo a feira, unos xiquitos, un buen jamon, sea extremeño, jabugo, de Teruel, de la Alpujarra, de …….. . Beberse unos buenos tintos, claretes, cavas, valdepeñas, Jerez…… Unos xupitos de orujo, aguardiente de Rute, ¿que me decis de los aguardientes de hierbas de cualquier convento de España? Joder con los frailes, como se lo montaban. Levantar un castell, soltarse por bulerias o fandangos, una buena jota (maña, ebrenca, extremeña…..) Y mil cosas mas que han hecho de este PUEBLO, si PUEBLO con mayusculas, porque es el pueblo llano el que a pesar de todas las desgracias y pesares que quieren hacernos pasar, continuamos viviendo, con nuestros siete pecados capitales. Añadiria la desidia, porque dejamos todos que nos sigan exprimiendo hasta dejarnos exhaustos pero contentos, que a pesar de todo lo que tenemos, con un peazo pan y una limosnita nos conformamos. Gritamos en el bar, pero nos tomamos la caña y las patatas bravas y ahi se acabó la historia. En las calles y plazas, o hace mucho calor o mucho frio para demostrar nuestra ira. Buenas tardes Bona tarda.
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jajaja maravilloso
Muy buenos los siete pecados capitales de los valencianos, me siento identificado con todos!!! jajjaja