Mientras discutimos por banderas, por mantener nuestros privilegios elitistas o por si Venezuela es o no es una dictadura. Cuestiones trascendentales esquivan los focos. Existen una serie de problemas mucho más importantes para nuestro día a día, de toda índole, que nos afectan muchísimo más de lo que nos quieren hacer creer los medios, y de los cuales sabemos poco o nada. Algunos de esos temas son:
1.- El TTIP
Poco se habla de este acuerdo de libre comercio entre Europa y Estados Unidos (y también Canadá). Las consecuencias se traducirán (en caso de aprobarse) en:
-Pérdida de la soberanía nacional, los estados estarán supeditados a tribunales independientes para las disputas con multinacionales.
-Privatización de los servicios públicos en favor de las multinacionales.
-Pérdida de derechos sociales tales como sanidad universal o educación universitaria pública.
-Pérdida de derechos laborales como el derecho a la huelga o a sindicarse.
-Pérdida de seguridad alimentaria, con mayor permisividad al uso de productos tóxicos, transgénicos y estándares de calidad mucho más bajos.
Es mucho lo que está en juego y nadie le da la importancia que tiene.
2.- Crisis humanitaria
Dentro de 20 años, miraremos al pasado y pensaremos “somos la generación que permitió la muerte de cientos de miles de refugiados que huían del fanatismo”. Ya se ha superado el medio millón de víctimas, y hay 5 millones de exiliados buscando algún lugar donde quedarse mientras la geopolítica juega una partida de póker en Siria y alrededores. Lo de la Unión Europea permitiendo una muerte constante de niños en el mediterráneo, es simplemente una actitud genocida. Más de 10.000 niños han desaparecido ya durante el 2016, miles de cuerpos flotan en el Mediterráneo y parece que sea un problema de otros.
3.- La crisis medioambiental, el cambio climático
No somos conscientes de lo que estamos haciendo con el medio ambiente. Esta extinción masiva de especies que estamos provocando con la deforestación, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos no tiene vuelta atrás. No interesa a las empresas que dominan el mundo que cambie esta manera de agotar un recurso tras otro en vez de usar los recursos con mesura. Las leyes españolas en contra del uso de las energías renovables y el autoconsumo eléctrico son una muestra, es mejor consumir y pagar facturas inasumibles por muchos, que permitir que la gente genere su propia energía renovable.
4.- La corrupción institucionalizada
Empezamos a ser conscientes de que vivimos en una sociedad corrupta. Se compra y se vende todo. Con dinero se puede conseguir hasta aspirar a la presidencia de los Estados Unidos (como Donald Trump). En Valencia hemos vivido muchos años dentro de un sistema en el que cualquier concesión pública se conseguía previo pago bajo mano. Nuestros políticos que deberían ser ejemplares (al menos en materia fiscal), se dedican a defraudar a hacienda, llevarse las cuentas a Panamá y cobrar en negro por favores. Dicen que son unos pocos, y obviamente es falso. La clase política en general ha participado o permitido que viviéramos un sistema corrupto muy parecido a la forma de gestión que utiliza desde hace mucho la mafia. Amenazas, extorsión, compra de favores y de silencio… lo hemos visto con la visita del Papa, con la Fórmula 1, con el accidente del metro, con las depuradoras, en el IVAM, con la CAC… en fin en cualquier lugar donde haya dinero, hay un montón de lobos al acecho.
Parece baladí, pero la cantidad ingente de recursos que se han dedicado a enriquecer bolsillos de unos pocos es abrumadora. Unos cuantos están ahora pagando en la cárcel, pero muchos más pagamos con un emprobrecimiento de nuestra educación, sanidad, carreteras, medio ambiente, y con impuestos y facturas de luz y agua desorbitadas. No se podrán demostrar muchos casos y el 80% de aquellos empresarios, políticos, jueces, policías, banqueros, arrimistas y funcionarios que han contribuido a crear un estado corrupto se librarán. Pero la conversión de nuestra clase política en una clase criminal debería permanecer perenne en la memoria colectiva durante muchas décadas.
5.- La desaparición del cuarto poder
La prensa española (y en general toda la prensa) ya no es, por regla general, garante de la democracia. Se ha convertido en un instrumento manipulador. Hablamos de Venezuela cuando Arabia Saudí está financiando un genocidio. Los que hablan de los recortes en la educación concertada callaban que los niños de la pública estuvieran en barracones indecentes durante décadas, y no nombran que los que llevaban las pancartas, fueron quienes más recortaron en educación durante toda la democracia. Elogiamos a Steve Jobs obviando que se enriqueció explotando laboralmente a niños asiáticos. La prensa está en manos de bancos y grandes empresas que velan a través de los medios por sus intereses, y son muy muy pocos medios los que informan sin ataduras. A través de la publicidad, la financiación y la propiedad estamos sometidos a que el cuarto poder, se dedique a la propaganda y no a la información. Y no sólo los medios privados lo hacen, los públicos se han convertido en medios propagandísticos a favor (por ejemplo) de la independencia en Cataluña.
Que quede claro que no hablo de la información deportiva, cultural, los sucesos y demás. Hablo de las cuestiones trascendentales, las líneas editoriales y los temas que se deciden tratar y los que no. Nadie nos cuenta que con el TTIP comeremos pollos desinfectados con cloro, o carne tratada con hormonas, dos productos prohibidos ahora en Europa. En cambio conocíamos cada decisión del gobierno de Tsipras, hasta que al acatar las normas de Europa y aceptar los recortes, ya no interesaba “políticamente” hablar de Grecia.
Una manifestación contra el gobierno en Venezuela tiene más repercusión que una con el mismo número de personas manifestándose en España. Y eso señores son cortinas de humo que no nos dejan ver nuestra realidad más cercana.
Resumen
La democracia ya no existe, aunque decir esto ahora con la Ley Mordaza igual sea motivo de multa. Ahora vivimos en una dictadura del capitalismo. Si el capitalismo quiere que contaminemos, comamos ternera hormonada (aunque produzca cáncer), tengamos que pagar por la educación y la sanidad, y votemos siempre a partidos que mantengan los privilegios de las multinacionales, así será.
Y no hablo de ser comunistas, socialistas, o anticapitalistas. Sin inversión privada, sin la posibilidad de enriquecerse, sin la capacidad de generar ingresos desde el emprendedurismo, la sociedad no avanza. Pero facilitar esa inversión privada, posibilitar que la gente se haga rica con su trabajo y que genere riqueza en la sociedad, no debe hacerse a costa de la salud, la educación, el medio ambiente, la seguridad jurídica ni engañando a las personas. No debe hacerse impidiendo el autoconsumo de luz, ni permitiendo productos potencialmente tóxicos en el mercado, ni consintiendo que estas multinacionales se lleven las ganancias a paraísos fiscales sin aportar nada al conjunto de los ciudadanos. Hay que poner fin a que nos manipulen para seguir manteniendo un sistema perverso, diseñado para que unos pocos hagan y deshagan a su antojo a costa de la mayoría.
Gràcies Vicent per ficar paraules al meu pensament. 100% amb tú. Gran!
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Tocayo, tots els teus comentaris solen ser molt bons. Este els supera a tots. Felicitats!!
Muy enriquecedor tu análisis, Vicente. Estamos controlados y manipulados cual borregos y como bien dices como conclusión… La democracia no existe o la tienen secuestrada. Se podría decir como metáfora… Que la mafia se sienta a comer en nuestra mesa.
Saludos amigo.
PD.- Compre tu libro «De categoría» en la Feria del Libro y no pude verte para que me lo dedicaras. En la próxima lo intentare.
Espero poder firmártelo antes de la próxima, a partir de septiembre haré más «saraos»
De p.m., Vicent… Estaré atento. Molt agrait.